Este sitio web usa cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y recoger información sobre su navegación. Si pulsa "aceptar" o continua navegando consideraremos que admite el uso e instalación en su equipo o dispositivo. Encontrará más información en nuestra
política de cookies.

Una hoja de ruta para la gestión de riesgos en Santiago Oeste

Departamento de Comunicación

Fecha 03/09/2025

Terremotos, inundaciones, deslizamientos de tierra e incendios encabezan la lista de amenazas que ponen en riesgo a miles de familias en el distrito municipal Santiago Oeste, de acuerdo con las conclusiones del seminario “Territorio Resiliente y riesgos compartidos: soluciones colectivas para la gestión integral de riesgos”, realizado el 30 de agosto en este municipio de Santiago de los Caballeros (República Dominicana).

El encuentro, organizado por el Centro Integral para el Desarrollo Local (CIDEL), la Fundación Solidaridad y la Fundación BGI para la Infancia, contó con la participación de autoridades locales, técnicos y líderes comunitarios, que debatieron sus propuestas para enfrentar los desafíos en materia de desastres naturales y vulnerabilidad urbana en el distrito municipal.

El evento reunió a especialistas como el ingeniero Ervin Vargas, experto en planeación urbana; Francisco Arias, director regional de la Defensa Civil; Juan Carlos Vargas, del Cuerpo de Bomberos de Santiago; y Percy Álvarez, director de la Corporación Santiago Solidario. También participaron representantes de las instituciones que integran el Comité de Prevención, Mitigación y Respuesta ante Desastres como el Ayuntamiento y la Junta Distrital de Santiago Oeste, Defensa Civil, la Cruz Roja, la Policía Nacional y el Cuerpo de Bomberos, además de distintas organizaciones de la sociedad civil.

Riesgo sísmico y vulnerabilidad urbana

En su ponencia, Vargas advirtió que Santiago se encuentra en un periodo crítico de probabilidad sísmica, pues el último gran terremoto ocurrió en 1946: “han pasado 79 años desde entonces, cuando el rango de recurrencia está entre 50 y 75 años”, subrayó el experto. Las inundaciones y deslizamientos también fueron señalados como amenazas recurrentes, especialmente durante la temporada ciclónica. Percy Álvarez destacó que sectores como Santa Lucía, La Gloria, Pinar del Río, Barrio Duarte, Macario Sánchez, San Miguel, Villa Hermosa y Los Rieles figuran entre los más expuestos y vulnerables a los fenómenos derivados del cambio climático, por su cercanía al río Jacagua. Un estudio de 2022 reveló que 563 familias viven en distintos niveles de riesgo por las crecidas del río.

En este sentido, el representante del CIDEL, Alfredo Matías, destacó la pertinencia de llevar a cabo esta reflexión colectiva: “pues estamos en medio de la temporada ciclónica, en el pico más alto”. Juan Castillo, de la Fundación Solidaridad, remarcó por su parte que el país “está expuesto a eventualidades sísmicas y de huracanes, y no debemos ser ajenos a esta realidad, porque nos puede tocar en cualquier momento”. Otro punto crítico señalado por los ponentes fue la frecuencia con la que se desencadenan incendios urbanos, cuyo impacto se agrava porque algunos sectores carecen de vías de acceso adecuadas para que los bomberos puedan atender las emergencias a tiempo.

Recomendaciones y propuestas 

Con una población estimada de 105.000 habitantes en apenas 16 km², Santiago Oeste enfrenta los retos de un crecimiento urbano desordenado, marcado por asentamientos informales, un déficit de áreas verdes y una alta exposición a fenómenos naturales. La falta de planificación territorial y la limitada capacidad institucional incrementan los riesgos, comprometiendo tanto la seguridad de las familias como el desarrollo sostenible del distrito.

Los especialistas presentes en el seminario recomendaron elaborar un Mapa de Riesgopara todo el distrito municipal, así como un Plan Integral de Gestión de Riesgos que establezca estrategias claras para prevenir, mitigar y responder a desastres. También subrayaron la necesidad de educar a la población en prevención, invertir en infraestructura segura y garantizar una comunicación clara y oportuna de riesgos. De ahí que se haga absolutamente necesario aplicar un enfoque preventivo y proactivo, una hoja de ruta basada en la articulación entre actores técnicos, institucionales y comunitarios.

-----

Esta actividad forma parte del proyecto Juventud e Incidencia V, implementado por la Fundación BGI para la Infancia, CIDEL y la Fundación Solidaridad, gracias a la cofinanciación de la Cooperación Galega (Xunta de Galicia).